¿Dónde va el de Calatrava?
Por la traza, yo calculo
que el diablo pegado al culo
ha de irle con la cachava.
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Tras vos, don Francisco, ando,
que sois de la de Santiago
y entenderéis el estrago
del que vengo cavilando.
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Vuestro malestar percibo,
y os tengo por aprensivo.
No creo que vuestro enojo
merezca perder un ojo,
un molar o un incisivo.
¿Qué mal os tiene cautivo?
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Pues que anda corriendo el bulo
de que vos, señor Quevedo,
habéis escrito un enredo
en loor del ojo del culo.
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¿Y eso os pone en un brete?
Pues no es una cosa rara
tratar de los de la cara,
no ha de ser malo un billete,
que glose, de forma clara,
las virtudes del ojete.
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De impecables credenciales,
servicial y solidario,
fuerte, noble, necesario;
y por sus artes sociales,
bienquisto en el vecindario
feliz, de los genitales.
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Pero dicen los beatos,
que no es de buena crianza,
enaltecer la semblanza
del culo y sus decanatos.
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Son fraires de humor insano,
una triste cofradía
pero, voto a tal, no hay día,
que no han menester del ano.
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Don Lope, esa es mi opinión.
Ya conocéis el porqué,
que pase la procesión
y ved que allí hay un mojón,
cuidad de no echarle el pie.