Gambito de dama
—¡Churri, anda, tráeme una cervecita, please!
Vocifera Alberto en dirección a la cocina, donde se escucha trastear a Nines. Ella coge una lata de Mahou del frigorífico, camina hasta el salón, se la alcanza a su marido y, tras pensarlo unos segundos, toma asiento en el sofá junto a él.
—¿Cómo van? —pregunta, por decir algo.
—Acaba de empezar, cariño —responde Alberto, a la vez que, sin apartar los ojos de la pantalla, palmea la rodilla de su mujer.
—Podríamos salir a dar una vuelta, hace muy buena tarde y apetece pasear un rato, no sé, charlar, sentarnos en una terraza, tomar algo… —propone ella sin demasiada convicción.
—¡¿No me jodas, y tiene que ser hoy?! —protesta Alberto.