Sabe, Borges detestaba el tango melancólico, lacrimógeno y cornudo, pero disfrutaba, por contra, con el que transmitía la «felicidad del coraje». Según él, los tangos primeros apenas tenían letra: «… o tenían una letra que podemos decorosamente llamar “inefable”; tenían letra indecente o si no una letra meramente traviesa». Conforme las letras aparecieron, afirma, los…