Cuatro Caminos, Sol, Manuel Becerra,
al norte, al sur, al este o al oeste,
mires a donde mires, ¡vaya peste!,
se te echa encima esta ciudad gamberra.
Insufrible, salvo mejor criterio,
no quiero yo pecar de intransigente;
muy pasada de rosca, decadente,
Venus añosa en pleno climaterio.
Trilera, mentirosa, poco amable,
meretriz, alcahueta, buhonera,
que, si puede, te roba la cartera,
manilarga, tramposa, irresponsable.
Varadero de naves sin derrota,
refugio de piratas malcarados,
tahúres, pelanduscas, abogados,
sacristía pagana e indevota.
Charlatana que te promete el oro
y el moro, si la dejas sablearte,
seas o no la parte contratante
de la primera parte, honrado o choro.
Meretríz, que se viste de maja,
como para un sarao de Boccherinni
y canta Camarón, por lo bajini,
en una tasca de la Cava Baja
No te aflijas y engánchate al consuelo,
si la vives por fuerza o por capricho,
que algo de cierto va a tener el dicho,
pues sufriendo Madrid, se gana el cielo.